Aplicaciones y Casos de Éxito

PREMIOS APé 2019 | TRAYECTORIA EMPRESARIAL: José Luis Cano (Clorofila Digital)

José Luis Cano, apasionado por el mundo de la imagen y con gran sensibilidad artística, empezó con CopyFoto, después fue Fotosíntesis y ahora Clorofila Digital.
José Luis Cano, apasionado por el mundo de la imagen y con gran sensibilidad artística, empezó con CopyFoto, después fue Fotosíntesis y ahora Clorofila Digital.


Si hablamos de fotografía, de calidad, de innovación, de vanguardia, de arte… pronto llegaremos a Clorofila Digital, al gran equipo de profesionales que hay detrás y a su fundador y principal impulsor, José Luis Cano. Un profesional que durante toda su trayectoria ha destacado en el sector por sus propuestas innovadoras y excepcionales que han aportado al mundo de la imagen -primero analógica y después digital- la magia y la seducción que tanto fascinan al gran público de diferentes disciplinas artísticas. Sólo hay que visitar su impresionante y sorprendente showroom situado en la calle Téllez, 17 de Madrid para comprender qué es realmente la innovación en el mundo de la imagen y cómo puede sobrepasar todos los límites de la imaginación.

PREMIO APé 2019 A LA TRAYECTORIA EMPRESARIAL

ARTE Y PASIÓN POR EL MUNDO DE LA FOTOGRAFÍA
“Trabajo por vocación absoluta y pierdo la noción del tiempo porque hago todos los días lo que me gusta. Esa es la clave de mi trayectoria”


Showroom de Clorofila Digital en la Calle Téllez, 17 de Madrid.

José Luis Cano nos explica en esta entrevista cómo fueron sus inicios y cómo ha evolucionado como profesional en este mundo gráfico tan cambiante y a veces imprevisible: “Empecé mi andadura en el año 1994 promovido por mi inquietud de trabajar en el mundo del arte. Desde siempre he tenido una especial sensibilidad por este campo. También me atraía muchísimo la publicidad. Hasta entonces mi mundo había sido el laboratorio fotográfico, el reportaje profesional, la fotografía social y de eventos…. Recuerdo que al  ir por primera vez a Photokina en Alemania me quedé  impresionado con todo lo que allí vi y con las posibilidades que percibí  para convertir esa inquietud que tenía en una realidad… Entonces, mi concepto de laboratorio fotográfico cambió por completo y empecé a desarrollar una nueva idea de negocio.

¿En qué cambió su percepción del negocio?
Monté mi propia empresa decidido  a dar un servicio exclusivamente al profesional del arte, la escenografía y la publicidad. Desarrollé un material exclusivo y de gran calidad que se llamó Cibachrome. Este producto marcó un antes y un después en el mundo de la imagen. Era un material analógico en color, directo desde diapositiva que dio la posibilidad a grandes artistas y agencias de publicidad a mostrar sus obras y campañas de una manera excepcional con una calidad maravillosa. Todavía a día de hoy, con todo el desarrollo y el avance digital que hay, muchos nostálgicos aún nos hablan de él y me preguntan qué puede haber parecido en digital. Al  mismo tiempo ofrecíamos a nuestros clientes un gran laboratorio analógico en blanco y negro, con grandes positivadores que también marcaron e hicieron historia en este campo. El laboratorio se llamaba CopyFoto  y tanto el Cibachrome en color como el laboratorio blanco y negro marcaron toda una época llena de creatividad, valores y trabajos muy interesantes e inolvidables muchos de ellos que nos hicieron, gracias a su exigencia, crecer.

¿Qué destacaría de aquella época?
De aquellos tiempos resaltaría entre otros, la movida madrileña. Cuna de grandes artistas que hoy están más que consolidados y en los que nos volcamos al cien por cien para satisfacer la necesidad que su creatividad requería. Otro momento que resaltaría es el año 1991 cuando nos contrataron para realizar los 16 Pabellones Regionales, Pabellón de Navegación y Pabellón de los Descubrimientos en la exposición de 1992. Un trabajo exigente de grandes dimensiones y que recuerdo maravilloso.
Después, en 1993, llegó la temida crisis y nos reinventamos, no quedaba otra. Asistí a una feria en Londres y descubrí el primer sistema de impresión digital, impresión de inyección de tinta de letras e imágenes al mismo tiempo (Novajet 60). Hasta entonces los grandes de la publicidad utilizaban Letraset y Fotolitos para formar las imágenes. Esta manera de trabajar era lenta y tediosa, por lo que la Novajet supuso una nueva revolución.
Después de este descubrimiento regresé  a Madrid con una idea fija: montar un nuevo laboratorio con una nueva forma de trabajar… Y así nació Fotosíntesis, ofreciendo  servicios de laboratorio analógico y digital. Creamos  un departamento exclusivamente digital llamado Foto-byte en el año 1994, un 15 de enero para ser exactos. Es una fecha inolvidable para mi, igual que las personas que me ayudaron a hacer realidad este proyecto.

¿Cuál fue la clave del éxito de Fotosíntesis?
El resumen es que fue una gran empresa, con un gran equipo, grandes proveedores  y materiales novedosos. 15 años de recorrido  entre el analógico y el digital con una innovación constante, en sistemas Lambda, Cibachrome, Inyección de tinta con tintas pigmentadas, filmaciones en diapositiva, revelados especiales y retoque digital. En este tiempo apareció la impresión con tintas UVI en materiales rígidos. También fuimos pioneros en esta tecnología. Y más adelante con la impresión textil. El mundo de la impresión cada vez cambiaba más rápido, las máquinas tenían cada vez mejores versiones en menos tiempo, y nosotros siempre fuimos sensibles a estos cambios para aprovecharlos como algo muy positivo.

La irrupción del digital marcó otra época…
Se veía venir un cambio muy importante donde se agotaba lo analógico y el digital pasaba a ser protagonista único en el mundo de la impresión. Esta alerta constante que teníamos hacia los cambios hizo que no nos pillara desprevenidos. Este nuevo periodo fue muy alentador, no parábamos de trabajar y de imaginar nuevos productos. Pero en 2009 llegó una crisis brutal en el sector. Empresas de artes gráficas, serigrafías, laboratorios, centros de impresión digital la sufrieron y los beneficios cayeron en picado.
De nuevo hubo que reinventarse de una manera rápida y sobre todo eficaz, ya que los clientes no admitían visitas, algunos habían desaparecido, y otros querían hacer cosas nuevas con la intención de sobrevivir. Movidos por toda esta situación creamos una nueva marca: Clorofila Digital con un showroom de impresión por y para el arte, el cine, el teatro, la publicidad, etc. Todo lo mostrábamos en un solo espacio y le decíamos a cada uno de nuestros clientes: “Ven, toma ideas y pídenos lo que quieras. Al menos lo intentaremos resolver”. Con esta marca de Clorofila Digital seguimos nuestro camino hasta el día de hoy.

¿Cómo vislumbra el futuro? 
El futuro lo esperamos con mucha ilusión y optimismo. El equipo de Clorofila Digital es variado. Por un lado contamos con profesionales de largo recorrido en el sector y por otro con un equipo dinámico y joven que aporta frescura. Siempre he pensado que la actitud junto con la aptitud es la fórmula perfecta del éxito y el de Clorofila es la unión de las dos cosas. Los tiempos que vivimos siguen sin ser fáciles, hay que salir todos los días con fuerza al mercado y con  ilusión de encontrar el producto que en ese momento todos reclaman. En mi mundo profesional, yo trabajo por vocación absoluta y pierdo la noción del tiempo porque hago todos los días lo que me gusta. Esa es la clave de mi trayectoria.

www.clorofiladigital.com


Madrid 25 de Septiembre: José Luis Cano (derecha), recibió el galardón de manos de Juan Carlos Falantes, de La FEDE.

REVISTA ESPECIAL DE LOS PREMIOS APé 2019